Madrid extiende su tela de araña para controlar la economía española

Iniciado por Machacador, 24 Diciembre 2019, 11:18 AM

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Machacador

Madrid extiende su tela de araña para controlar la economía española

La comunidad acapara el 19% de la riqueza y rebasa a Cataluña como motor de España gracias a su modelo basado en los servicios y los incentivos fiscales


La capital acapara el 66% de la inversión extranjera.

Madrid teje su tela de araña. Lenta e inexorablemente, la comunidad extiende su red sin compasión, atrayendo hacia sí todo lo que toca y distanciándose de sus competidores. Desde 1980 su paso solo se ha torcido en cinco ocasiones, frente a las seis veces en que ha retrocedido el producto interior bruto nacional, una diferencia que le hizo recuperar el terreno perdido por la Gran Recesión un año antes que el resto de España, en 2015. A partir de entonces, la riqueza generada por la región capitalina ha pisado el acelerador y se ha separado más del conjunto del país, rebasando su crecimiento entre dos décimas y 1,3 puntos cada ejercicio.

Y acaba de cumplir otro hito: adelantar a Cataluña como principal locomotora económica española, tras la revisión estadística de los datos de 2018 publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística. Apenas 2.112 millones de euros separan ese liderazgo. La región acapara el 19% del PIB. Y así va a continuar en 2019 aunque el ritmo de actividad se aminore. Según las previsiones de BBVA Research, Madrid crecerá el 2,6%, en contraste con el alza del 1,8% de la comunidad presidida por Joaquim Torra y del 1,9% de media nacional.

La telaraña se expande sin concesiones, concentrando cada vez más riqueza a su alrededor, aupada por el rol de capital política y económica, porque Cataluña pierde peso dentro del modelo, y por méritos propios de sus gobernantes, analiza el economista César Molinas, que a renglón seguido apunta que lo que gana Madrid no necesariamente lo pierde Cataluña u otro lugar de España.

El autor de Qué hacer con España. Del capitalismo castizo a la refundación de un país cree que, aunque "Madrid nunca tendría que haber sido la capital española porque está situada en un lugar aberrante", a 667 metros sobre el nivel del mar, algo que no ocurre ni siquiera en las naciones montañosas europeas; la concepción centralista de Felipe II pintó un país radial que ha ayudado a la ciudad en su expansión; pero sobre todo ha sido su carácter integrador el que ha permitido que la población y las empresas se agrupen alrededor.

Madrid es la comunidad española que más habitantes gana desde 2012: 79.500, en un país que se vacía y donde solo 7 de las 17 autonomías registran leves aumentos demográficos (a excepción de Cataluña, que capta 29.000 ciudadanos desde entonces). Vienen en busca de empleo sobre todo en el sector servicios, que lidera. "La movilidad laboral explica este crecimiento. Con independencia de donde nos apetece vivir, residimos y trabajamos alrededor de las ciudades que concentran los núcleos de actividad, como Londres, París, Fráncfort y también Madrid; donde están las oportunidades y donde se agrupan las personas de gran talento", explica Cándido Pérez, socio responsable de gobierno de KPMG. Aunque el paro en la región siga en cotas elevadas (10,3%), está casi tres puntos por debajo de la media nacional en el tercer trimestre de 2019.

Como la mayoría de las grandes capitales o de las urbes europeas que albergan el motor económico de sus respectivos Estados, explica Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, con la recuperación económica experimentada por el área metropolitana madrileña desde la Gran Recesión, centrada en el impulso del sector servicios, Madrid ha acumulado buena parte del capital humano de alto valor añadido procedente de otras zonas. Tan solo en 2018, 40.939 asalariados de otras comunidades se trasladaron a ella, frente a los 26.269 que se fueron. El saldo positivo de más de 14.500 personas es el más elevado de todas las autonomías. Y las empresas han visto que pueden acceder a este talento. La creación de empleo en la región representa el 23% de los 431.000 puestos generados en el último año en España.

Es la metropolización de la economía, un proceso global que, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), llevará a que en 2050 cerca de 7 de cada 10 habitantes del mundo vivan en ciudades, en contraste con los 5 de cada 10 actuales. En España, apunta Cardoso, el 70% de la población se congrega en torno a las urbes, frente al 55% europeo. El municipio de Madrid representa el 14% de esa concentración.

Porque actividad llama a actividad. Las empresas se organizan en torno a los polos de poder, cerca de las Administraciones que pueden acelerar sus negocios, cerca del resto de las compañías de que dependen o a las que surten y cerca de los nodos de comunicación que abaratan la logística y el resto de desplazamientos. En el primer semestre de 2019 la Comunidad de Madrid aglutina el 66% de la inversión extranjera directa recibida por España: más de 9.000 millones de euros, cinco veces más que Cataluña, la segunda región en atracción de capital exterior, aunque muy tocada desde que en 2017 el proceso soberanista se recrudeció. En 2018 Madrid concentró el 85% de esa inversión, y en 2017, el 63%.

Y algo semejante ocurre con las empresas españolas. Los datos de Axesor muestran cómo desde enero de ese último año hasta noviembre de 2019 más de 6.900 compañías han instalado su sede social en Madrid; casi la mitad (3.100) procedentes de Cataluña. Angels Chacón, consejera de Empresa de la Generalitat catalana, sostiene, sin embargo, que de las 620.000 sociedades que existen en la comunidad apenas se han mudado el 0,59% y que ese traslado obedece principalmente a la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno de Mariano Rajoy. "Las plantas de producción no se han movido y Cataluña lidera la inversión industrial, con el 30% del total", afirma Chacón, que sí admitía que la región iba a perder en 2019 su liderazgo como generadora de riqueza frente a Madrid antes de conocerse los datos del INE.

Aunque es un secreto a voces que "la crisis catalana ha perjudicado y ha hecho que Madrid crezca aún más, lacerando sobre todo a las dos Castillas, donde la despoblación se acrecienta", advierte Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana.

Y es que, a pesar de que no hay cálculos económicos sobre los beneficios que ha podido obtener la región madrileña por lo que César Molinas denomina deméritos propios de Cataluña, BBVA Research estima que la comunidad mediterránea ha dejado de crear entre 25.000 y 30.000 empleos desde septiembre de 2017, "empleos que han podido desplazarse sobre todo a Madrid y Valencia", aprecia Cardoso.

El último índice de competitividad regional elaborado por el Consejo General de Economistas apunta a un estancamiento en Cataluña. "Intuimos que está justificado por el contexto sociopolítico en la comunidad y que Madrid [la primera en el ranking] podría haberse beneficiado de ello", analiza José Carlos Sánchez de la Vega, director técnico del informe.

El propio consejero de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, Manuel Giménez, reconoce el impacto positivo e incuantificado que ha tenido sobre la región el que "Cataluña haya decidido dejar de ser el motor económico de España". Y achaca la creciente concentración de riqueza en torno a la autonomía capitalina a "unas instituciones fuertemente volcadas en la empresa, lo que implica garantizar seguridad jurídica; una fiscalidad razonable y a una serie de factores coadyuvantes, como las universidades punteras, la sanidad de primer nivel, los servicios, la calidad de vida y, sobre todo, la cultura inclusiva de la sociedad madrileña". "El hecho de que Madrid sea la capital política del país no la convierte automáticamente en capital económica. De hecho, hace 20 años no era así", defiende Giménez.

Claro que otras regiones no comparten esta visión que ha reportado casi 3.000 millones de euros de beneficios fiscales en 2019. Empezando por Cataluña: "Madrid genera competencia desleal por sus impuestos más bajos y goza de unas ventajas que no se distribuyen equitativamente por el resto de España. La concepción radial de la política ferroviaria ha provocado una resistencia endémica a conectar el aeropuerto del Prat con el AVE, por ejemplo. Hay muchos elementos que nos perjudican", dice Chacón.

El presidente de la Generalitat Valenciana va aún más lejos. Cree que el modelo centralista del Estado, que concentra en torno a la capital las infraestructuras y el funcionariado —"solo la Administración General del Estado tiene más afiliados a la Seguridad Social que la provincia de Castellón", expone—, otorga a Madrid una ventaja competitiva importante. "Le dan más recursos y, si sumamos la opción política de lo que los gobernantes madrileños llaman alivio fiscal, están generando dumping fiscal con el resto de comunidades, sobre todo las limítrofes", asegura. Puig considera que esto afecta a la equidad entre los españoles y por ello es partidario de que el futuro sistema de financiación autonómica "contemple el efecto capitalidad como un ingreso a descontar".

No es el único en acusar a Madrid de dumping fiscal. Los dardos llegan de diversos frentes, y uno de los más combativos es el de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. Hace un par de meses, apuntó el dedo hacia la capital al proponer homogeneizar los impuestos de sucesiones y patrimonio, competencia de las autonomías.

La región no solo es la única que cuenta con una bonificación del 100% del impuesto sobre el patrimonio: sus tipos del IRPF son bajos, el impuesto de sucesiones y donaciones entre padres e hijos es casi inexistente y el gravamen sobre transmisiones patrimoniales está entre los menores de España. "En el conjunto, es el lugar donde menos impuestos se pagan", resume Rubén Gimeno, director del Servicio de Estudios del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Un caramelo para los grandes patrimonios.

"Madrid apostó por reducir los impuestos a los ciudadanos y es un modelo que le va bastante bien", añade. "La rebaja es un atractivo no tanto para las empresas, que pagan lo mismo en todos los sitios, sino para los directivos de grandes multinacionales, que prefieren residir en la capital, donde acaban comprando casas, pagan el IBI, hacen inversiones... Lo que se rebaja por un lado se gana por el otro", explica Gimeno.

"Tenemos que buscar la equidad entre los ciudadanos y las políticas del PP de los últimos años, aunque no han sido diferenciales respecto a otras capitales europeas, han elevado la inequidad. Queremos que haya una armonización impositiva para poder prestar los mismos servicios a todos los españoles", alega el presidente valenciano, que pide aislar el debate de la financiación autonómica de la confrontación política para acordar el Estado de bienestar que necesita España.

Porque, al final, aunque actualmente todas las comunidades españolas cuenten con planes para atraer inversiones y empresas y ofrezcan incentivos, según Cándido Pérez, de KPMG, la concentración de riqueza genera desigualdad. No solo interregional. También intrarregional. Madrid es el mayor ejemplo de ello. Entre 2015 y 2017 la tasa de pobreza subió una décima, hasta el 20,6%, y 4,6 puntos si se considera su evolución desde 2007, remarca un informe de Comisiones Obreras (CC OO).

El índice de desigualdad se ha incrementado también. Y la diferencia con respecto a la media española, esta vez en negativo, es sustancial. En Madrid ha pasado de 7,2 a 7,7 puntos entre 2016 y 2017 y en España se ha mantenido en 6,6. "La desigualdad en la región se produce especialmente en los últimos dos años y coincidiendo con la supuesta recuperación económica, lo que viene a confirmar que la riqueza que se crea se reparte de forma totalmente desequilibrada e injusta", sostiene CC OO.

Y es que las concentraciones son malas, opina el economista jefe para España de BBVA Research. "Lo ideal sería que no tuviéramos un solo tractor sino varios. Algo no estamos haciendo bien en España cuando la centralización en torno a las ciudades, y especialmente alrededor de Madrid, es superior a la de otros países europeos", advierte.

Los efectos negativos de la metropolización de la economía son abundantes. Y no por repetidos, pues son comunes a la mayoría de las metrópolis, menos relevantes. Manuel Giménez los enumera: el alza del precio de la vivienda, el empeoramiento de la calidad del aire, la contaminación, el aumento del tiempo empleado en desplazamientos... En definitiva, el deterioro de la calidad de vida.

La riqueza per capita ha crecido en Madrid. Sí, más del 3% anualmente desde 2015, para cerrar en 35.041 euros por habitante en 2018; en contraste con los 25.721 euros de la media de España. Pero la vivienda se ha convertido en un bien impagable que expulsa a los ciudadanos cada vez más lejos de la capital e incluso de la comunidad. Entre 2015 y 2019 los precios se han disparado un 33% mientras la media nacional subía cerca del 11%.

Todos estos factores negativos, dice Giménez, exigen una contribución de la innovación que marque la diferencia, así como alianzas interregionales aún por desarrollar con las comunidades limítrofes y las que son vía de paso y comparten los problemas de Madrid. "La comunidad necesita inversión, vertebración social y esa interacción interregional; exige un compromiso de todos", afirma el consejero de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, que se defiende de la acusación de dumping fiscal alegando que las demás autonomías pueden decidir ser tan eficientes como Madrid. "De los 78.000 millones de euros en impuestos que genera Madrid, 61.000 millones se redistribuyen en el sistema", asegura.

Mientras, la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, ha prometido la mayor bajada de impuestos de la historia autonómica. Algo que los expertos dudan que sea posible con unas debilitadas cuentas públicas (aunque mejores que las del resto de comunidades). "Reducir impuestos tiene un coste en la recaudación autonómica. Hay parte que se recupera por el mayor crecimiento [por ejemplo, de 2011 a 2017 el patrimonio medio declarado ha aumentado un 40%, hasta 9,6 millones], pero el saldo final es negativo", advierte Cardoso. Aunque sea en Madrid y su tela de araña.

https://elpais.com/economia/2019/12/20/actualidad/1576861028_334211.html?ssm=TW_CM

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"Solo tu perro puede admirarte mas de lo que tu te admiras a ti mismo"

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Desde el punto de vista del interior (de España) Madrid es un paraíso fiscal y Cataluña un infierno fiscal.