Que te ralentice más o menos dependerá de las características de tu equipo, el sistema operativo, el sistema operativo que virtualices y la cantidad de recursos que des a la máquina virtual para su funcionamiento. Una máquina virtual corriendo consume recursos, pero si tienes un ordenador relativamente nuevo con un procesador de doble núcleo (mínimo) y al menos 2Gb de RAM, y de normal no haces un uso muy exigente del PC, no deberías notarlo demasiado.