Cita de: tremolero en 23 Diciembre 2014, 15:07 PM
En tu ejemplo, creo que te dejas cosas, muchas cosas en el aire, no pretendo ir de entendido, ya que no tengo npi.
Pero creo que entenderas mi logica, en tu ejemplo, dices que tu lanzas tu moneda 100 veces al aire y seguidamente vas a hacer el lanzamiento 101, aunque yo no sepa calcular cuales son las probabilidades, esta claro de que si en 95 lanzamientos ha salido cara, hay mas probabilidades de que salga cara.
Y se basa ni mas ni menos, en que es la misma persona la que esta lanzando todo el rato la misma moneda y por alguna casualidad tu forma de lanzar genera mas probabilidades de que salga cara.
No necesariamente, estoy asumiendo unos lanzamientos sin influencias, si pretendemos hacer predicciones tenemos que asumir que el evento es realmente aleatorio, de lo contrario estamos malgastando tiempo.
Es como calcular probabilidades con una ruleta trucada.
Y si, es posible lanzar una moneda 100 veces y que salga 95 cara. Es difícil, pero eso no quiere decir que sea imposible, es solo un ejemplo extremo para ilustrar que los resultados anteriores no influyen en los nuevos.
Puedes sustituir esa persona que lanza una moneda por un evento realmente aleatorio y estarías en la misma situación.
Con todo, podemos decir hasta cierto punto que los procesos aleatorios no existen, existe la falta de información completa sobre el evento.
En el caso de una moneda, podemos tener en cuenta la fuerza ejercida, el peso de la moneda, su peso en ambas caras si no es exactamente igual y una gran cantidad de factores, y calcular hasta cierto punto el resultado.
Lo mismo nos puede ocurrir con un dado e incluso con las bolas en un bombo. Teóricamente si conocemos con infinita precisión la posición de cada bola, las fuerzas a las que son sometidas, etc... y podemos hacer un calculo con precisión infinita, el azar dejaría de existir porque podríamos predecir por completo que bola saldría.
En la practica no es el caso, porque no contamos con medidas tan precisas, los modelos matemáticos son aproximaciones a la realidad (pero no la realidad) y muchas de las formulas implicadas en estos cálculos son muy sensibles a las condiciones iniciales, y como no podemos conocer esas condiciones con precisión infinita los resultados también difieren de la realidad.
Es algo bastante conocido por ejemplo en metereología, no importa lo cuidadosa que sea la medida, el calculo a largo plazo es poco preciso.