La sensación de injusticias sociales (y no sociales) es algo que podemos percibir aunque sea intuitivamente con independencia de conocer o no las leyes, y su uso y abuso.
La conciencia social de la desigualdad ( básicamente una de los apoyos más firmes de la injusticia), no creo que sea totalmente ajena a mucha gente, que opta por coger actitudes positivas frente a ellas, por lo que sí creo que es posible cambiar o hacer mejor el mundo en que vivimos y todo ello más allá de los meros deseos, que como tales, quedan en la "nube".
Es la sumatoria de esas "cosas pequeñas" la que permite tener esperanza. Desde en entorno donde nos movemos, y bajo la apuesta que el ser humano siempre vale la pena, podemos.
Gabriela