Sin misticismos, por supuesto.
Otro de los temas filosóficos asquerosos que seguramente ya os deben cansar. Pero qué queréis, a mí me encantan
Por favor, antes de responder agradecería la lectura de este texto. Sé que puede ser largo, pero el tema es complejo y si estás dispuesto a reflexionar sobre él creo que no te costará ni lo más mínimo leerlo.
Una vez por aquí hice un tema en el que, entre otras cosas, hablaba de la paradoja de la muerte de tu clon. Resumiendo, era que si existiese una máquina capaz de hacer un clon tuyo perfecto, copiando incluso los recuerdos, y al acto de hacerlo te mataran a ti, ¿se podría decir que tú has muerto o que sigues viviendo?
Bueno, las respuestas a esto fueron múltiples, pero a dónde yo quería llegar es que nuestro cerebro es el que define los límites de nuestra conciencia. Tú y yo nos sentimos dentro de un cuerpo, y limitados por nuestra mente. Nos sentimos dentro de nuestra propia mente, y ésta está encerrada en sí misma.
Esto lo cierto es que no es más que otra de nuestras características evolutivas que permiten nuestra normal supervivencia, y el resto de animales más o menos complejos también parecen tener algo similar. Se ha de comprender que sin el ego, el yo interior, no podríamos llevar una vida normal.
Pero todo esto no es más que una de las muchas percepciones de nuestro mundo que nosotros interpretamos a nuestra manera. La conciencia y la identificación del yo no es más que un truco, un juego de nuestra mente, y de hecho se puede llegar a perder por trastornos mentales o el uso de sustancias psicotrópicas.
Percibimos nuestro yo, y pensamos con lógica que todo el mundo así lo hace. Pensamos que vivimos en un mundo con muchas entidades individuales, y una vez una de éstas entidades muere, muere. Hay algo que nos impide pensar que cuando muramos nuestro yo se pueda identificar con el yo de, por ejemplo, un amigo. Es decir, en otras palabras, que sentimos como imposible que al morir podamos seguir viviendo en lugar de otra persona (ni siquiera si ésta se trata de nuestro clon).
Salir fuera del propio yo es imposible, tanto como imaginar un estado de no existencia (es decir, la muerte, la no existencia y el no estado). No obstante creo que se puede entender el concepto de que el hecho de que todos sintamos el propio yo hace a todas las conciencias individuales de la tierra la misma. Así, tú en este momento estás viviendo por todas las personas de la tierra, y cuando tú mueras, todas las personas de la tierra morirán. De hecho, cuando tú mueras, todo el universo desaparecerá. Todo existe para ti y únicamente para ti, y tú eres todo. Lo real sólo es real porque tú te sientes real.
Este planteamiento me llevar a pensar en un flujo de entidades que vienen y van, como partes de una conciencia conjunta. Cuando una de estas entidades desaparece, otra la sustituye, pero como todas las entidades en realidad son la misma entidad, se puede decir que la entidad simplemente vuelve a existir.
Vamos, que se llega a la reencarnación pero sin almas ni paridas, sólo intentando entender un poco cómo funciona nuestra mente.
En fin, ¿qué creéis de todo esto?
Otro de los temas filosóficos asquerosos que seguramente ya os deben cansar. Pero qué queréis, a mí me encantan
Por favor, antes de responder agradecería la lectura de este texto. Sé que puede ser largo, pero el tema es complejo y si estás dispuesto a reflexionar sobre él creo que no te costará ni lo más mínimo leerlo.
Una vez por aquí hice un tema en el que, entre otras cosas, hablaba de la paradoja de la muerte de tu clon. Resumiendo, era que si existiese una máquina capaz de hacer un clon tuyo perfecto, copiando incluso los recuerdos, y al acto de hacerlo te mataran a ti, ¿se podría decir que tú has muerto o que sigues viviendo?
Bueno, las respuestas a esto fueron múltiples, pero a dónde yo quería llegar es que nuestro cerebro es el que define los límites de nuestra conciencia. Tú y yo nos sentimos dentro de un cuerpo, y limitados por nuestra mente. Nos sentimos dentro de nuestra propia mente, y ésta está encerrada en sí misma.
Esto lo cierto es que no es más que otra de nuestras características evolutivas que permiten nuestra normal supervivencia, y el resto de animales más o menos complejos también parecen tener algo similar. Se ha de comprender que sin el ego, el yo interior, no podríamos llevar una vida normal.
Pero todo esto no es más que una de las muchas percepciones de nuestro mundo que nosotros interpretamos a nuestra manera. La conciencia y la identificación del yo no es más que un truco, un juego de nuestra mente, y de hecho se puede llegar a perder por trastornos mentales o el uso de sustancias psicotrópicas.
Percibimos nuestro yo, y pensamos con lógica que todo el mundo así lo hace. Pensamos que vivimos en un mundo con muchas entidades individuales, y una vez una de éstas entidades muere, muere. Hay algo que nos impide pensar que cuando muramos nuestro yo se pueda identificar con el yo de, por ejemplo, un amigo. Es decir, en otras palabras, que sentimos como imposible que al morir podamos seguir viviendo en lugar de otra persona (ni siquiera si ésta se trata de nuestro clon).
Salir fuera del propio yo es imposible, tanto como imaginar un estado de no existencia (es decir, la muerte, la no existencia y el no estado). No obstante creo que se puede entender el concepto de que el hecho de que todos sintamos el propio yo hace a todas las conciencias individuales de la tierra la misma. Así, tú en este momento estás viviendo por todas las personas de la tierra, y cuando tú mueras, todas las personas de la tierra morirán. De hecho, cuando tú mueras, todo el universo desaparecerá. Todo existe para ti y únicamente para ti, y tú eres todo. Lo real sólo es real porque tú te sientes real.
Este planteamiento me llevar a pensar en un flujo de entidades que vienen y van, como partes de una conciencia conjunta. Cuando una de estas entidades desaparece, otra la sustituye, pero como todas las entidades en realidad son la misma entidad, se puede decir que la entidad simplemente vuelve a existir.
Vamos, que se llega a la reencarnación pero sin almas ni paridas, sólo intentando entender un poco cómo funciona nuestra mente.
En fin, ¿qué creéis de todo esto?