Los videojuegos como pieza clave de la industria cultural

Iniciado por Castiblanco, 11 Julio 2008, 18:24 PM

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

Castiblanco

La mesa redonda titulada "Los videojuegos como pieza clave de la industria cultural" reunió a tres ilustres personajes del mundo del cine y los videojuegos en el encuentro Gamelab, que está teniendo lugar en Gijón Asturias, y donde la industria del ocio electrónico de España debate sobre el futuro del sector. Los tres principales ponentes de esta mesa redonda fueron:

Gonzo Suárez (Arvirago Entertainment)
La trayectoria profesional de Gonzo Suárez es de sobra conocida por todos los aficionados al mundo de los videojuegos: Sus inicios a mediados de los 80 en OperaSoft, la creación de Pyro Studios, el éxito internacional con la saga Comandos y su nueva aventura empresarial y artística en Arvirago, que se materializa en su último proyecto Lord Of The Creatures.

Nacho Vigalondo (Arsenico Producciones)
Nacho Vigalondo es director de cine, guionista, blogger en el País, nominado a los Oscars, en Junio publicó un artículo sobre el desenlace del juego de Valve: Portal dentro de el libro Mondo Pixel v.1.

Santiago Segura (Amiguetes Entertainment)

Comenzó a hacer cine a los 14 años con una vieja cámara super 8 adquirida en un rastro. Dibujante de comics, escritor de relatos eróticos, actor, presentador de televisión y uno de los directores de cine más taquilleros de España.


Antes de la charla se ofreció una rueda de prensa para medios acreditados que se caracterizó por lo distendido de la misma, y por la similitud en los análisis que estos tres creativos realizaron acerca del estado de los videojuegos, como industria y como elemento cultural.

Las primeras preguntas están encaminadas a conocer la opinión de los ponentes con respecto al maltrato y demonización que parecen sufrir los videojuegos por una parte de la sociedad y los medios. Las posturas eran bastantes similares en tanto en cuanto achacar parte de este proceso a la juventud del medio. Gonzo fue un poco más allá argumentando que "la falta de respeto por los videojuegos es totalmente injustificada y más vale que se corrija porque el videojuego no pide permiso [...] al videojuego no le importa el reconocimiento, el está, crece, se impone y no queda más que dejarle paso".


Cuando se habló de la influencia del mundo de los videojuegos en el cine, más allá de adaptaciones cinematográficas y centrándose más en los medio narrativos Nacho Vigalondo quiso destacar que cuando se habla de influencias parece que se habla de algo que surja de forma consciente y afirma que es un proceso mucho más natural: "yo he estado toda mi vida jugando a videojuegos [...] es inevitable que los videojuegos hayan influido en mi forma de hacer películas, pero no de una forma premeditada y consciente". Puso como ejemplo de lenguaje cinematográfico muy influenciado por los videojuegos, a parte de su última película Los Cronocrímenes, a Los Hijos de los Hombres: "Los Hijos de los Hombres tiene planos-secuencia que están hechos como si pertenecieran al Gears Of War o el Half-Life"

"Todas las disciplinas se salpican" declaraba Santiago Segura: "Lo que pasa que a veces la gente piensa que las cosas necesitan validarse. Tuvo que venir Hemingway a decirnos que los sanfermines eran cultura ¿y si hubiera escrito sobre videojuegos? No se puede negar que los videojuegos son un medio cultural impresionante"


Nacho Vigalondo afirmó envidiar un aspecto de la industria del videojuego español que era precisamente la desaparición de las barreras y prejuicios que medios como el cine sufren por el mero de hecho de estar producidas dentro de nuestras fronteras.

La conversación continuó durante bastantes minutos analizando los pormenores de la relación entre cine, comics, videojuegos, literatura, además de otros temas como el crecimiento en el número de jugadoras. Al final, a modo de anécdota, preguntamos a los invitados que juego recordaban con especial cariño:

Gonzalo Suárez se decantó por La Abadía del Crimen y Starcraft, Nacho Vigalondo hacia que todo el mundo abandonase la habitación cuando el Green Beret de su Spectrum estaba cargando "si no, no funcionaba, ¡lo juro por Dios!", mientras que Santiago Segura dijo que se gastaba sus escasos ahorros en una recreativa de Ms Pacman.


Fuente