¿Quién dio la paliza que conmocionó a Egipto?

Iniciado por wolfbcn, 3 Febrero 2013, 18:52 PM

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wolfbcn

La salvaje paliza a las puertas del palacio presidencial que estremeció a los egipcios no fue una fechoría de los antidisturbios. Aunque el vídeo deja poco lugar a la duda e incluso el ministerio del Interior pidió disculpas, el testimonio de la víctima ha dado un giro a la historia. Hamada Saber, el pintor de 48 años que fue desnudado y golpeado el viernes por media docena de antidisturbios, ha declarado a la Fiscalía que los agentes le salvaron de las garras de unos enfurecidos manifestantes.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Qlf_Dde01V8

"Estaba parado en la plaza Roxy (cercana al palacio presidencial) tomando un refresco cuando los manifestantes me confundieron por mi atuendo negro con un oficial de las Fuerzas de Seguridad Central (una división de la policía) y me atacaron y quitaron la ropa", relató ayer desde la habitación de un hospital propiedad de la policía donde se recupera del linchamiento. En una entrevista a la televisión pública, Hamada agregó: "Luego uno de ellos gritó: 'No es un soldado. Es un viejo y lo vais a matar".

A pesar de su declaración, las estremecedoras imágenes captadas por la televisión Al Hayat y difundidas frenéticamente por internet, levantan acta de la cruel respuesta de la policía en los choques que la noche del viernes dejaron un muerto y un centenar de heridos. El fragmento, de un minuto y quince segundos de duración, muestra como los uniformados tiran al suelo a Hamada, le arrancan la ropa y le arrastran completamente desnudo por el asfalto mientras recibe una tunda de bastonazos y patadas. El cuerpo desaparece del plano cuando es arrojado a un furgón blindado.

Las escenas de la tortura, de cuya autoría nadie dudó hasta el extraño testimonio de la víctima, desencadenaron un torrente de reacciones. La presidencia aseguró estar "afligida" por un acción policial "incompatible con la dignidad y los derechos humanos" y el ministerio del Interior anunció la apertura de una investigación para esclarecer lo sucedido. "Dejaré mi puesto si el pueblo quiere", llegó a declarar el recientemente nombrado titular de Interior, Mohamed Ibrahim. En la trinchera de la oposición, el Frente de Salvación Nacional >pidió juzgar al presidente Mohamed Mursi y otros altos cargos por "asesinato, tortura y detención ilegal".

"No me busques problemas"

Sin embargo, la narración del herido -repetida ayer ante la Fiscalía- parece destinada a exonerar al aparato policial y ha suscitado la sospechas de una posible coacción. "Los agentes corrieron hacia mí. Yo estaba asustado pero me dijeron 'No te golpearemos'", detalló Hamada a las cámaras. Y añadió: "Juro por dios que esto es lo que sucedió. Yo continué corriendo y ellos me dijeron otra vez: 'No tengas miedo'. Seguí corriendo y me dijeron: 'Estamos agotados por tu culpa'".

En un acelerado y singular síndrome de Estocolmo, el maltratado ha llegado a manifestar que la policía solo se limitó a protegerle: "El ministerio del Interior está a mi lado y me está proporcionado atención médica". Un trato exclusivo que incluyó una llamada telefónica del ministro del Interior para pedirle disculpas y prometerle un trabajo. Durante el día, los medios se hicieron eco de la posibilidad de que el Ministerio público acusara a Hamada de posesión de cócteles molotov y bidones de gasolina.

"Comprendo lo que hicieron porque los manifestantes estaban cerca y yo les estaba haciendo pasar un mal rato", aseguró en una de las entrevistas en televisión en la que el periodista trató de sonsacarle el motivo de tanta comprensión hacia sus verdugos. "Sé lo que me interesa. No me busques problemas", le espetó Hamada. La misma noche del viernes en la que el vídeo comenzó a circular por la red, un familiar denunció en otra cadena la brutalidad policial y precisó que Hamada había acudido a la protesta pacífica junto a su esposa e hijos.

Impunidad policial

La vuelta de tuerca de las vejaciones a Hamada es la penúltima crónica de la impunidad en la que vive instalado el aparato policial dos años después de las revueltas que forzaron la renuncia de Hosni Mubarak. El terror de los uniformados sirvió de combustible para la hoguera de la revolución pero las fuerzas de seguridad siguen aplicando su ley. Ningún alto cargo ha sido condenado por la muerte de manifestantes durante el levantamiento y desde la investidura del primer presidente civil de Egipto, el islamista Mohamed Mursi, al menos 12 personas han muerto a manos de los uniformados, según Amnistía Internacional (AI).

"Dos años después del alzamiento, parece que las fuerzas de seguridad gozan de impunidad por los asesinatos", señaló la directora adjunta de Oriente Medio y el Norte de África de AI, Hassiba Hadj Sahraoui en un informe reciente. "No garantizando que se castiga a los responsables, el presidente Mursi poco hace para distanciarse de décadas de abusos", subrayó. La reforma del aparato policial -temido por su afición a las detenciones arbitrarias, la tortura y los abusos- es una de las más acuciantes asignaturas de la inconclusa transición.

La denuncia de AI no es aislada. En otro informe divulgado con motivo del aniversario del levantamiento, la organización local Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales acusa a los agentes de actuar como "una banda de criminales" tomándose la venganza por su mano. El documento detalla 16 casos de violencia policial en los que 11 personas perdieron la vida y otra decena fue torturada en comisarías ubicadas en varias zonas del país. Tres personas murieron en los primeros cuatro meses de Mursi en palacio. En todos los incidentes, la policía -sostiene la ONG- hizo uso excesivo de la fuerza con total impunidad y recurrió al castigo colectivo.

FUENTE :http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/03/internacional/1359894794.html
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