Así vive un español 'ilegal' en EEUU: "Me quedaré aquí hasta que Trump me eche"

Iniciado por El_Andaluz, 13 Noviembre 2016, 04:37 AM

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El_Andaluz

A Damián el preocupa más el racismo que ha aflorado con la victoria de Donald Trump que la posibilidad de que le deporten, aunque ya está mirando alternativas por si sus planes se truncan.

Damián tiene doble nacionalidad y lleva tres años trabajando en Boston de manera ilegal.

'Looking for a new country to live'. Damián actualizó su estado de Facebook tan pronto como se percató de que un radical había llegado a la Casa Blanca. En 2013 se las ingenió para encontrar trabajo en el sector de la hostelería en Boston a pesar de que su visado de estudiante –que va renovando año tras año– lo prohíbe. Hasta ahora no sentía vértigo por vivir al borde de la legalidad en un país donde al menos 11,3 millones de inmigrantes no tienen los papeles en regla, pero la cosa cambia con la inesperada victoria de Donald Trump. El magnate amenaza con expulsarlos a todos en 18 meses y construir un muro en la frontera con México.

"Claro que tengo miedo de que me deporten, pero no creo que ocurra. EEUU no tiene dinero para expulsar a tanta gente y la economía además caería en picado, porque sectores como hostelería, agricultura o ganadería viven gracias a la mano de obra extranjera", explica Damián a este periódico. "Supondría un desembolso de 114.000 millones de dólares por parte del Gobierno y una contracción de la economía del 6% (1,6 billones de dólares) en 2035", calcula Daniel Ureña, presidente de The Hispanic Council.

La doble nacionalidad de Damián ha sido clave para conseguir un empleo de camarero en el que cobra hasta 5.000 dólares mensuales en las mejores temporadas gracias a las propinas. "Me ha beneficiado tener un pasaporte español y otro colombiano. Con el primero pedí la visa –ocultando que tenía otra nacionalidad– y con el segundo me saqué mi 'ITIN number' y un número de Seguridad Social falso que me pedían en la empresa".

Dicho 'ITIN number' (número de Identificación Personal del Contribuyente) permite que los extranjeros puedan pagar tributos, cotizar para tener pensión y asumir los costes de un seguro médico (Medicare). Es decir, pueden llevar una vida casi normal aunque no tengan los papeles en regla. "Sacarse el certificado de la Seguridad Social es un mero trámite para el que no hay que acreditar nada. Si vives al margen de estos números, lo más probable es que te paguen en negro y seas carne de abusos laborales", explica Pedro Rodríguez, profesor asociado del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Comillas. Eso sin contar con que el fisco estadounidense es implacable. "No declarar impuestos es un delito gravísimo", puntualiza Damián.


Se aprovechó de su doble nacionalidad para conseguir un empleo sin tener visado para trabajar.

No es el caso de Damián. "Tengo permiso para residir pero no para trabajar", insiste tras señalar que no ha tenido ningún problema hasta hoy. Además, no es lo mismo entrar al país con el correspondiente visado y sumergirse en una especie de limbo legal al quedarse más tiempo del permitido que cruzar la frontera por las malas. "Eso está penado y con orden de deportación inmediata, pero tampoco la suelen ejecutar a no ser que tengas antecedentes penales por asuntos como tráfico de drogas, violencia o escándalo público. No suelen ir a la caza de trabajadores sino de delincuentes y criminales". Por eso, este periodista de formación es optimista y descarta volver a España. "¿Volver a becas de 400 euros? No, gracias. En Madrid jamás ganaré lo que gano aquí".

Ganó Trump, ¿y ahora qué?

Los inmigrantes 'ilegales' están espantados ante la idea de que Trump endurezca las normas de trabajo, toque la Constitución y desate una caza de brujas sin precedentes. "Aunque Trump ha moldeado y suavizado su discurso a medida que se acercaban las elecciones, no se sabe muy bien cuáles son sus planes. Como presidente, podría proponer una nueva política migratoria que incluya deportación en masa a través de una orden ejecutiva", explica Ureña.

La victoria del magnate neoyorquino pone los pelos de punta a los inmigrantes sin papeles. (Reuters)

"Los resultados de las elecciones solo demuestran lo racista que es este país"

Lo más preocupante para Gabriel, hijo de inmigrantes mexicanos nacido en Austin (Texas), es el auge de la xenofobia: "Nuestro país está muy dividido ahora mismo, y mucha gente tiene miedo a la reacción de los extremistas que respaldan a Trump. Los latinos sin papeles temen ser devueltos a su país de origen, al igual que los musulmanes. Los resultados de las elecciones solo demuestran lo racista que es este país". Añade que a veces se encuentra con personas que le tratan de manera diferente por su color de piel.

Precisamente los musulmanes integran otro de los colectivos inquietos ante el ascenso de Trump, o si no que se lo pregunten a Fatouch. "Soy negra, musulmana y me han concedido un visado de 10 años para vivir en Miami. Mi duda es si a partir de ahora van a hacerme la vida imposible o directamente me van a negar el acceso al país", relata esta joven senegalesa. Pese a las polémicas medidas que ha planteado Trump en relación con las personas que practican esta religión –como prohibir su entrada al país–, Rodríguez no ve posible que el Gobierno estadounidense pueda revocar el visado de Fatouch al tratarse de una decisión con carácter retroactivo.

Gabriel es estudiante de programación y nació en Texas, pero su padre es mexicano.

"Soy negra, musulmana y me han concedido un visado para vivir en Miami. ¿Qué va a pasar conmigo?"

Abby está "orgullosa" de haberse criado en una familia judía y critica a Trump por fomentar el odio contra las minorías y dar alas a sus seguidores más radicales, ya sean racistas, machistas o antisemitas. "Lloré cuando supe que había ganado. Escucho las burradas que dice sobre otros colectivos y me recuerda a Hitler cuando hablaba de los judíos", opina esta profesora de inglés de 23 años.

Barack Obama se comprometió a sacar adelante una reforma migratoria para regularizar la situación de cinco millones de extranjeros indocumentados. "Esta propuesta ha sido una de sus grandes promesas incumplidas y el 20 de enero abandonará el cargo sin dicha reforma, habiendo sido el presidente que más personas ha deportado (2,8 millones, el 47% de ellos sin antecedentes criminales) en los últimos 30 años", indica Ureña.

El precio de un matrimonio: 15.000 dólares

Guillermo tardó nada más y nada menos que 13 años en obtener la nacionalidad estadounidense después de un tedioso proceso de trámites. "Y tuve suerte... mi caso fue rápido para lo que suele ser habitual", asegura. La historia de este venezolano es real pero su nombre es ficticio, tan falso como los incontables matrimonios de conveniencia que ha visto a su alrededor desde que reside en Las Vegas (Nevada). "Pagan entre 10.000 y 15.000 dólares por casarse para conseguir los papeles. Es una inversión de riesgo porque la persona debe permanecer a tu lado durante un año como mínimo". Pasado ese plazo, el inspector de turno vuelve a aparecer para comprobar que la unión es fruto del amor y no del interés. Hasta entonces, no es posible hacerse con un permiso de residencia definitivo en EEUU.

Seguidores de Hillary Clinton lloran por la victoria del candidato republicano. (Reuters)

Se considera un hombre afortunado porque pudo entrar en el país de manera legal –con un permiso de trabajo debajo del brazo–, si bien tardó cinco años en hacerse con el permiso de residencia y ocho más en obtener la nacionalidad de EEUU a través de un examen de inglés, historia y cultura general. Trump planteó en campaña un "test ideológico extremo" que servirá para mirar con lupa la religión de los que aspiran no ya a ser estadounidenses, sino a entrar en el país.

¿De qué otra manera podría afectar la victoria de Trump a la vida de los inmigrantes indocumentados? Obama aprobó un decreto para dar permiso de trabajo temporal a los niños 'ilegales' cuando crecieran. También dio luz verde a un visado de protección temporal (Temporal Protective Status) destinado a ciudadanos de países como Nicaragua, Honduras o El Salvador para que puedan continuar en EEUU hasta que la situación de violencia de su lugar de origen mejore. "Ya podemos olvidarnos de esas medidas con Trump", zanja Guillermo.